16 diciembre 2011

Hoy a eso de las 3:40pm iba de camino a un C.C. a comprar los regalos de Navidad, (los regalos es lo que menos importa); iba con una señora brasilera con la que vivo en éste momento (muy entregada al Señor), por un parque de la localidad; terminando de atravesar el parque un hombre se nos cruzo (con una cara de angustia tremenda) el aspecto quizás de una persona de bien, una camisa de botones sucia, un trapo en el hombro, repuestico que llaman. Nos detuvo pidiendo llegar a una iglesia, decía ser católico pero necesitaba una iglesia cristiana porque fue a muchísimas iglesias durante más de 24 horas y ninguna pudo ayudarlo. Le preguntamos que necesitaba, dijo que sólo pedía que alguien orara por él porque se quería quitar la cabeza (palabras textuales) :(. Venía de Acacías-Meta, es un campesino que vende pescados, y vino a la capital a comprar algo para su negocio; le robaron 600mil pesos y sus papeles, en la finca donde vive no tienen celulares ni teléfonos. Durmió en la calle y traía mucha hambre... (Comía pidiendo la prueba en las ventas de lechona, que por estos días abundan), ese señor realmente traía una angustia que venía desde lo más profundo de su corazón (me conmovió).

Entonces, repitió la oración de fe y el tono de su voz sonó fuerte y necesitada, recibió a Cristo en su corazón y se le vio tranquilidad, pidió perdón a Dios por su negligencia y reconoció que siempre pensó ser una persona suficiente, que nunca necesitaría de Jesús... y el Señor puso en el corazón de la señora Leo y del mío, ayudarlo; no importa cuánto le dimos, importa que se fue feliz, que dijo que podría comer algo y viajar a la finca y que no tendrá vida suficiente para agradecer a Dios tanto la prueba como la solidaridad. Dijo que vendría la otra semana a traernos pescado (a mi no me gusta) pero la satisfacción de su rostro puso en mi una felicidad indescriptible.

Yo entiendo perfectamente que ésta situación sea el pan de cada día de muchos, y el que no ha vivido un momento así no lograría entenderlo... lo importante no es meterse la mano al bolsillo y ser solidario, lo importante no es salir a la calle pidiendo limosna a ver si logramos conmover a alguien... lo verdaderamente importante es entender que si no reconocemos que hay un ser supremo sobre nuestras vidas que lo único que quiere es guiarnos, seguimos siendo seres vulnerables.

Y no es religiosidad, es un testimonio de muchos...

¡GRACIAS PAPITO DIOS!

2 comentarios:

  1. El altruismo y la filantropía está en cada persona, independiente de si cree o no cree en Dios. Una persona ayuda a otra porque cree que es lo correcto y moralmente aceptable, porque ha imaginado y comparado la situación con las experiencias vividas, se imagina lo que ha de pasar y ayuda por la misma razón.

    Todos tenemos bondad, misericordia, nobleza y buenos sentimientos, independientemente de la religión. Somos seres humanos y de eso estamos hechos.

    Un abrazo
    J.

    pd: buena la pasión del escrito.

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  2. Gracias por el comentario... y si, claro, también acepto puntos de vista; aunque no puedo corregir el tuyo porque cada quien vive sus propias experiencias, ésta es la mía y la relaciono 'No a una religión' si no a un estilo de vida. :) GRACIAS!

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