Comunicadora Social
Existen escritos que hablan de la importancia de la lectura, de qué tan beneficioso resulta leer, pero... ¿Qué tan acertados estamos de la realidad?
Es natural aceptar que la verdad es relativa. Entonces si tu crees que alimentar tu biblioteca mental con un rica lectura que llene, resulta más importante que conversar con alguien, que se yo, un empírico que sepa del tema, entonces esa es tu verdad; y si yo creo que es más beneficioso y alentador detenerse a escuchar y ¿Porqué no? Participar de un tema que se tiene inconcluso y además interesa, entonces esa es mi verdad.
Resulta que el libro es un artículo cargado de manifestaciones, conversatorios, cultura y muchas cosas más que retroalimentan, esclarecen o enseñan; hasta ahí todo esta claro; pero para muchas personas, incluso para grandes filósofos, el libro sólo fue, es y será un simulacro del habla criticado por no permitir cuestionarse y si lo haces, tus dudas no van a ser aclaradas directamente por el autor del libro, entonces esto hace que el lector se confíe en lo que lee, así solo sean opiniones del autor y así no desarrolla sus capacidades a partir de lo captado en el texto.
Entonces, ¿Qué tan confiable puede ser leer? Esa respuesta solo está dentro de quien adopte o rechace un libro.
La grandeza del ser humano nace de su conocimiento, de allí la necesidad de la información, ya sea en un escrito o en un conversatorio, lo importante o la base de una buena lectura está en nunca dejar de cuestionarse pero sobre todo, nunca dejar inconclusas las dudas.
